Mecánica

¿Qué sabes sobre la garantía de tu bicicleta?

La garantía es una protección que se da al consumidor frente a los defectos y al mal funcionamiento de un producto que haya adquirido, siempre que estos sean atribuibles al fabricante o el vendedor. Como seguramente sabrás, basta con que presentes el ticket de compra o factura, sin necesidad de otro documento aparte, por lo que es importante que los conserves (así como también que sepas dónde está el número de serie). Y existen dos tipos de garantía.

Una es la legal, que hasta el año pasado era de 2 años, y que el pasado 1 de enero se amplió a 3 años. Por lo que, si compras una bicicleta nueva este 2022, estará cubierta hasta la misma fecha de 2025. La otra es la garantía comercial, que es la que ofrece, por encima de eso, un determinado fabricante, de forma voluntaria.

En el caso de las bicis, casi todas las marcas la ofrecen. Pero es necesario leer con atención las condiciones, pues la clave aquí está en que los problemas sean «atribuibles al fabricante». Y algunos detalles más que te contamos a continuación y que es importante manejar.

Qué no cubre: componentes, desgaste, pintura…

Por de pronto, la mayoría de garantías suelen cubrir únicamente el cuadro. Es, por lo general, lo que la marca ha fabricado, mientras que el resto son componentes. Así que, por ejemplo, si tu bicicleta Giant tiene garantía de por vida, si presenta un defecto en el cambio, tendrás de dirigirte a la marca del cambio.

Tendrás que reclamar a Shimano, Sram o el fabricante del cambio en cuestión, y esa pieza probablemente esté cubierta durante los 3 años que exige la ley, pero no más. Además, aquí no entran las llamadas ‘piezas de desgaste’ (cadena, pastillas de freno, cubiertas…), que cuentan con periodos de 3 meses de garantía.

Además, como decimos, únicamente te reparan o cambiarán el cuadro si la rotura o el defecto se deben a fallos en los materiales o en el proceso de fabricación. Evidentemente, no lo harán si tiene que ver con un accidente o un mal mantenimiento que tú hayas realizado. 

Más cosas a tener en cuenta: en principio, la compañía tampoco se hará cargo si has hecho modificaciones, o un uso negligente de la bici, o si no respetas el calendario de mantenimiento que fije. Incluso algo tan aparentemente inocente como un cambio de pintura anula la garantía en la mayoría de marcas.

En otros casos, como por ejemplo Scott, te da una garantía de 3 años con opción ampliarla a 5 años, siempre y cuando realices una revisión completa anual a un punto de venta oficial Scott. Esta es una buena forma de ver el cuidado que tiene el ciclista con su bicicleta.

Además, si la vendes a un particular durante el periodo de garantía legal, este también estará cubierto, pero la garantía comercial solo suele ser válida para el comprador original. En caso de pasar a otras manos, se considerará terminada. Sin embargo, si se vende de segunda mano a través de un distribuidor, este estará obligado a dar al nuevo comprador una garantía de un año.

Garantía de por vida… ¿vale la pena?

Quizá hayas oído que muchas marcas que ofrecen ya una garantía ilimitada de sus cuadros. Y, sabiendo todo lo anterior, puede que te preguntes si eso tiene sentido. Y lo cierto es que… depende.

Por un lado, nunca está mal que se nos garantice ese servicio contra defectos propios durante todo el tiempo que nos dure la bici. Sobre todo, porque no suele haber un coste añadido. Por otro, es cierto que la mayoría de defectos de fabricación se manifiestan en las primeras semanas o meses de propiedad. Sería muy raro que descubriéramos un fallo de los materiales a los 6 años de poseerla.

Por lo tanto, la garantía ‘de por vida’ puede ser algo a tener en cuenta, pero no debería condicionar nuestra compra. Al fin y al cabo, el mínimo que impone la legislación (3 años) ya es lo suficientemente largo para darnos perfectamente cuenta de si el producto que hemos comprado es defectuoso.

Dónde está el número de serie de tu bici, qué significa y para qué sirve

Si no sabías ni que tu bici tenía un número de serie es que nunca te ha hecho falta, pero si lo has necesitado, seguramente ha sido por alguna situación que mejor que no hubiera sucedido. Aquí te contamos dónde suelen esconder las bicis los números de serie y por qué es necesario tenerlo a mano.

¿Qué es el número de serie y para qué sirve?

Los fabricantes de bicicletas identifican cada modelo que producen con un número único que es indispensable tanto para ellos como para el usuario final. Por ejemplo, si hay algún error en la fabricación, con estos números de serie, los fabricantes son capaces de detectar las unidades afectadas. Y para el usuario es la manera más fiable de demostrar que una bicicleta es de su propiedad.

Qué significa el número de serie de una bicicleta

Como ya hemos dicho, el número de serie de una bicicleta es un número único asignado a cada unidad por el fabricante. Este número sirve al fabricante, distribuidores y tiendas con el inventario, y para identificar qué piezas son compatibles con esa bicicleta, por ejemplo.

Sobre el significado de este número, cada fabricante tiene su propio sistema, pero a veces los primeros números coinciden con el año y el mes de fabricación y el resto atienden al sistema único de cada fabricante. Normalmente las marcas tienen un apartado en su web donde se puede introducir este número y nos devuelve toda la información del modelo.

Porque aunque no lo hemos dicho aún, pero el número de serie de cada bicicleta debería venir reflejado en la factura de compra, además de en el cuadro de la propia bicicleta. Con este número podremos gestionar la garantía de la bicicleta en caso de tener algún problema, identificar el modelo exacto con su año de fabricación o en el peor de los casos gestionar una denuncia en caso de robo, entre otras cosas.

Este número también es importante comprobarlo a la hora de comprar una bicicleta de segunda mano para confirmar que no se trata de una bici robada. En primer lugar debemos asegurarnos que aparece y no tiene señales de haber intentado borrarse, y en segundo lugar lo ideal sería cotejarlo con la factura original en caso de que el vendedor la conserve o introducirlo en algunas de las bases de datos que existe para cotejar que no se trata de una bici que haya sido denunciada por robo.

Por eso decíamos al principio que cuando realmente necesitamos saber el número de serie de una bicicleta no suele ser para nada agradable. En cualquier caso vamos a ver dónde está ubicado en la bicicleta.

¿Dónde está el número de serie de mi bicicleta?

Da igual si es una bicicleta de carretera, de mountain bike o de cualquier otra modalidad. Los fabricantes suelen ubicar estos números de serie en zonas comunes que no deberían ser difíciles de localizar.

  1. Bajo el eje de pedalier
  2. Debajo el tubo superior horizontal
  3. En el interior de las vainas
  4. En el tubo vertical del sillín, cerca del eje de pedalier
  5. En la parte frontal del tubo de dirección

En las bicicletas de aluminio, acero u otros metales, el número de serie está impreso en el propio metal, mientras que en los cuadros de carbono puede aparecer en una pegatina y con un código QR, en los últimos modelos.

En las MTB de doble suspensión hay que estar atentos porque el número de serie debe aparecer en el triángulo delantero de la bicicleta, aunque el basculante suele tener otro que no coincide con el número de serie de la unidad, hace referencia al componente del propio basculante.

Hazle una foto o apuntalo en cuanto puedas

Esperamos que no tengas que hacer uso de este número de serie nunca, pero para no arrepentirte tarde de no tenerlo si alguna vez lo necesitas, te aconsejamos que le hagas una foto con tu teléfono móvil o lo anotes en algún lugar seguro y lo guardes en cuanto lo localices.

Además, cuando compres tú nueva bicicleta es más que recomendable que la inscribas en el registro de la propia marca, se puede hacer desde la web del fabricante.

Y hasta aquí el blog de Garantias sobre las bicicletas. Si tenéis cualquier duda nos la podéis dejar en comentarios y os responderemos con mucho agrado.