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Como mejorar nuestra técnica en subidas de MTB

Subida

Si eres un habitual del MTB sabrás que no todas las subidas son iguales, hoy vamos analizar  cuál es la mejor forma de afrontar esas cuestas donde aparte del desnivel, la dificultad se centra en los obstáculos que conforman el terreno. Aprenderemos la técnica posicional del cuerpo y del pedaleo para sortear de la forma más sencilla las piedras y raíces, un escalón o cambiar de dirección en la propia subida sin caer en el intento.

Está claro que hay factores que ya de por si ayudan a minimizar la dificultad de la subida, no hay nada mejor que disponer de una bici ligera o el tener un buen físico y unas buenas piernas, pero a veces la fuerza no lo es todo, sin una buena técnica difícilmente podrás llegar a la cima sin perder el equilibrio,  “más vale maña que fuerza”.

El primer punto a tener en cuenta ante una subida es analizar con perspectiva el terreno, detectar los puntos más complicados y buscar la mejor trazada para sortear, si se pueden, las zonas más técnicas. Analizar la climatología y la estación del año nos ayudará a detectar como se presenta el terreno, si está muy seco (poco agarre), húmedo (resbaladizo pero con más agarre) o embarrado (demasiado grip). Cada situación nos exigirá variar un poco nuestra técnica aunque por norma general aplicaremos la técnica del pedaleo “circular” varían en momentos puntuales con el pedaleo en “pistón”.

En una subida técnica, si el terreno se presenta seco, duro y con poco grip o por el contrario este completamente embarrado, es probable que sea más fácil resbalar perdiendo el equilibrio y control. Para evitarlo es importante colocarnos correctamente encima de la bicicleta, hay que estar sentado en el sillín, con la mitad superior del cuerpo relajado hacia adelante agarrando con firmeza el manillar y aplicando la técnica del pedaleo“redondo o circular”. Tal y como dice el nombre, consiste en aplicar una pedaleo constante y homogéneo a lo largo de todo el ciclo centrando la fuerza en los pedales, colocando las rodillas cerca del cuadro para maximizar la potencia de los cuádriceps. Utilizando esta técnica conseguiremos  una mayor tracción controlada y evitaremos el efecto tironazo.

Subida2

Siempre, antes de una subida, buscaremos una relación de marchas que nos permita una cadencia constante con la que ir escalando el terreno, con la posibilidad de poder dar un «empujón» puntual (pedaleo en pistón) cuando haya algún bache o escalón a superar.

Hay mucha gente que rápidamente tiende a ponerse de pie para aprovechar su propio peso y así ganar más fuerza en cada pedalada, y una mayor cadencia, pensándose que subirá con menos complicaciones, pero es un error. Al hacerlo desplazamos nuestro peso hacia delante descargando la rueda trasera y cargando enormemente la delantera. Esto hará que, casi con total seguridad, la trasera acabe patinando en algún punto con la posibilidad de perder el equilibrio o que la delantera se quede clavada en algún obstáculo que no logre superar. También es posible que si estamos de pie, al aplicar una fuerza más directa sobre los pedales, se nos sobrecarguen más rápidamente los cuádriceps y gemelos. El ritmo estando de pie tampoco es el mismo, difícilmente podremos llevar un ritmo constante durante demasiado tiempo.

Intentaremos levantarnos únicamente en dos situaciones, cuando las subidas sean largas y notemos que las piernas estén sobrecargas (será un momento para estirar y relajar piernas) o cuando encontremos un obstáculo. Frente a un escalón, piedra o raíz en medio de nuestra subida vamos a necesitar esa pérdida de peso en la rueda delantera que nos permita superar con éxito el obstáculo. Para que la rueda trasera también lo supere, bastará con darle un pequeño «empujón» a la bici hacia delante desde el manillar, estando levantados del sillín. De esta forma, con la trasera descargada de peso y a la vez que lo acompañamos de una pedalada, habremos superado ese obstáculo en subida que se nos resistía. Si patina un poco no pasa nada, seguiremos pedaleando, es importante no parar.

En el caso de encontrarnos una curva cerrada de subida, tendremos que intentar jugar con nuestro peso y posición. Cuando subes, la situación es distinta, el peso en un primer momento tiene que estar más bien en el centro de la bici, listo para cambiarlo hacia delante para superar la curva. Es básico bajar la velocidad y mantener el equilibrio, tendremos que mantener la bici recta avanzar poco a poco. Incluso, si el terreno es muy técnico, en ocasiones  tendremos que parar la bici por completo (sin bajar) y ajustarla con un pequeño impulso de pedales para poder seguir el trazado.

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