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Cómo enseñar a ir en bici

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No hace falta tener un máster, ni es ninguna ciencia complicada enseñar a los niños a ir en bici. Con unos pocos pasos a seguir y unas dosis de motivación y paciencia, la mayoría de niños aprenderán a ir en bici en menos de dos horas. De este modo, en un «ratito», ya tendremos un nuevo compañero para pequeñas salidas, así que vale la pena armarse con un poquito de paciencia y enseñarle a tu “peque” a ir en bici. Para muchos niños, aprender a andar en bicicleta es uno de los primeros grandes logros. ¡Todo niño debería tener una bicicleta!

Previamente, antes de comenzar será necesario disponer de una bicicleta infantil, si tienes dudas con la talla puedes ver nuestra tabla de tallas aquí, y obligatoriamente equipar al crío con un casco infantil. Puedes ver una extensa gama de cascos aquí

Pasos a seguir

1- Encontrar un lugar adecuado

Antes de empezar con el aprendizaje hay que buscar un lugar adecuado donde la persona pueda sentirse tranquila, segura y pueda disfrutar del proceso con comodidad. Lo ideal es buscar un lugar con pocos obstáculos, con poca gente, relativamente plano y con un pavimento poco agresivo. A veces se recomienda empezar en zonas de césped ya que si uno cae, el golpe y las consecuencias pueden ser menores, por el contrario el césped impide que la rueda gire con más facilidad.

2- Aprender a frenar antes de empezar

Una buena manera es colocar el niño a un lado de la bicicleta, hacerle coger el manillar y empezar a andar al lado de la bicicleta, “arrastrándola” en plano. Mientras ande al lado de la bicicleta se le tiene que hacer ir apretando y soltando los frenos, que experimente cómo reacciona la bici, que sepa que la puede frenar en todo momento. Este es un paso muy importante, puesto que le dará seguridad a la hora de montarse encima de la bici, ya que sentirá desde un principio que lo tiene todo bajo control. También es fundamental que coja poco a poco el tacto de los frenos y sepa que si frena en seco la bicicleta se parara en seco. Parece una tontería pero de esta forma evitaremos sustos y frenadas bruscas.

3- Baja el sillín y quita los pedales de la bici

Ahora es el momento de que el niño se monte en la bici. Si bajamos el sillín y le quitamos los pedales, le dejaremos la bici como un patinete o una “Push Bike”. Hacerle andar un rato de este modo, también le hará incrementar aún más la sensación de control y tendrá menos miedo cuando la bicicleta empieza a tambalearse un poco. Este paso le enseñará a coger impulso y hacer avanzar la bici, de este modo verá que la mejor manera de mantener la bici sin tambalearse es mantenerla avanzando constantemente. Es importante animarles a mantener los pies el máximo de tiempo elevados sin tocar el suelo.

4- Dirección y control

Una vez que veamos que el crío empieza a tener un buen equilibrio en la bicicleta, es el momento de que aprenda a dirigirla y a balancear el peso para mantener el control en los cambios de dirección. Para practicar esto, deberá impulsarse, igual que en el paso anterior, pero esta vez hará zigzag. Hay que repetir el ejercicio hasta que la persona logre zigzaguear sin apoyar los pies durante el cambio de dirección.

5- Poner el primer pedal

Una vez ya ha cogido el truco de andar en modo “patinete” y pueda recorrer un buen trozo sin poner los pies en el suelo, el siguiente paso es colocar un pedal en su pierna líder (acostumbra a ser la derecha). El pedal le dará una referencia al niño de donde poner el pie y podrá recorrer distancias mayores sin poner el pie en el suelo, lo que le hará incrementar todavía más la confianza.

6- Poner el pedal restante y 3,2, 1… ¡salimos!

Con los 2 pedales en la bici ha llegado la hora de practicar el pedaleo. Para empezar, es recomendable sujetar levemente al niño por la espalda o por los hombros y andar a su lado mientras empieza a dar las primeras pedaladas. En ocasiones, la gravedad que proporciona una leve bajada nos puede ayudar también. Tras un poco de práctica, el crío podrá pedalear manteniéndose encima de la bici por sí mismo. A la vez que va adquiriendo más estabilidad y habilidad con el pedaleo, es importante ir haciéndole practicar la frenada hasta parar y volver a arrancar, de modo que le recordaremos de usar los frenos también. Cada vez que le hagamos parar, retírate unos pasos más atrás para que vea que ha recorrido mayor distancia, lo que le hará ganar más confianza.

7- Subir el asiento

Finalmente es momento de subir el asiento a una altura adecuada que permita al crío pedalear de manera más eficiente. Además se evitan lesiones en las rodillas. ¡Muy importante! Antes de aventurarse a las calles, la persona deberá acostumbrarse a esta nueva altura. Al principio, es bastante probable que el niño intente bajar los dos pies al momento de frenar y que al no alcanzar se descontrole.

Un último consejo y puede que el más importante es ser muy positivo durante todo el proceso, y transmitir mucha confianza. Cómo ya hemos dicho, con un poquito de paciencia y con ganas de enseñar, todo saldrá mejor y en menos tiempo. Debes pensar que esta es una de las cosas bonitas que tiene la vida, transmitirles los conocimientos de una de las actividades que más nos gusta a los que vienen por debajo de nosotros. Además, ¡quién sabe si le estás enseñando a dar las primeras pedaladas a un futuro campeón del mundo! Bueno esto último es lo de menos, lo más importante es que les estás enseñando a los niños una actividad con la que seguramente disfrutaran mucho a lo largo de su vida.

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